El capítulo es uno de los más recordados de la serie Seinfeld. Jerry y George quieren almorzar en un lugar que les recomendó Kramer, un puestito célebre por sus sopas. El problema es el dueño: un bigotudo huraño y con acento extranjero, que impone una serie de reglas estrictas a los clientes a la hora de comprar y pagar por su comida.
Es conocido como the soup nazi (el nazi de la sopa). Por diferentes motivos, tanto George como la chica de la banda, Elaine, se ganan el famoso “¡No soup for you!” con el que el irascible dueño castiga a los que no cumplen con sus normas: “¡no hay sopa para vos!”. Al final del capítulo –el sexto de la séptima temporada- Elaine se venga revelando las recetas secretas de las sopas del bigotudo y éste cierra su famoso local y huye… ¡a la Argentina!
La historia de Seinfeld no es puro cuento: el nazi de la sopa existe. Su negocio (Soup Kitchen) funciona en la calle 55 Oeste del centro de Manhattan, donde los clientes hacían fila mansamente, como corderitos famélicos, para saborear una de sus famosas sopas. Incluso circula el mito que cuando Jerry Seinfeld fue almorzar con su equipo de guionistas tras la emisión del capítulo, Al Yeganeh –tal es el verdadero nombre del nazi- los echó diciéndoles que le habían arruinado la vida.
Pero, tanto en Buenos Aires, como en el resto del mundo, hay más ejemplos de lugares donde la amabilidad y el servicio no son costumbre de la casa, o donde los dueños imponen reglas estrictas –y muchas veces absurdas-, tienen trato preferencial para los amigos y habitués, o se rebelan contra la vieja frase de “el cliente siempre tiene la razón”.
Es conocido como the soup nazi (el nazi de la sopa). Por diferentes motivos, tanto George como la chica de la banda, Elaine, se ganan el famoso “¡No soup for you!” con el que el irascible dueño castiga a los que no cumplen con sus normas: “¡no hay sopa para vos!”. Al final del capítulo –el sexto de la séptima temporada- Elaine se venga revelando las recetas secretas de las sopas del bigotudo y éste cierra su famoso local y huye… ¡a la Argentina!
La historia de Seinfeld no es puro cuento: el nazi de la sopa existe. Su negocio (Soup Kitchen) funciona en la calle 55 Oeste del centro de Manhattan, donde los clientes hacían fila mansamente, como corderitos famélicos, para saborear una de sus famosas sopas. Incluso circula el mito que cuando Jerry Seinfeld fue almorzar con su equipo de guionistas tras la emisión del capítulo, Al Yeganeh –tal es el verdadero nombre del nazi- los echó diciéndoles que le habían arruinado la vida.
Pero, tanto en Buenos Aires, como en el resto del mundo, hay más ejemplos de lugares donde la amabilidad y el servicio no son costumbre de la casa, o donde los dueños imponen reglas estrictas –y muchas veces absurdas-, tienen trato preferencial para los amigos y habitués, o se rebelan contra la vieja frase de “el cliente siempre tiene la razón”.
Uno de los casos más extremos es el The Wiener´s Circle, una panchería de Chicago, que desde hace veinte años hace un culto del insulto al cliente. En el pequeño local (que tiene fans incondicionales, como el músico Tom Waits) el combo de hot dog, papas fritas y malteada viene acompañado por una retahíla de improperios. Todo comenzó una noche de 1991 en la que uno de los dueños, Larry Gold, le gritó “pelotudo” a un cliente que estaba borracho, y sentó precedente entre los empleados.
La modalidad del maltrato –mitad fingido, mitad en serio- prendió rápido y duplicó la facturación de los fines de semana a la noche, cuando el lugar se llena de masoquistas y hay vía libre para que la cajera te diga antes de tomarte el pedido: “¿Para llevarla o para comerla acá, hijo de puta?”. The Wiener´s Circle fue incluido en el listado de los 101 lugares a los que NO hay que ir antes de morir, por la periodista gastronómica Catherine Price, que lo considera un microcosmos del racismo y la segregación en Chicago.
La modalidad del maltrato –mitad fingido, mitad en serio- prendió rápido y duplicó la facturación de los fines de semana a la noche, cuando el lugar se llena de masoquistas y hay vía libre para que la cajera te diga antes de tomarte el pedido: “¿Para llevarla o para comerla acá, hijo de puta?”. The Wiener´s Circle fue incluido en el listado de los 101 lugares a los que NO hay que ir antes de morir, por la periodista gastronómica Catherine Price, que lo considera un microcosmos del racismo y la segregación en Chicago.
Fuente: Planetajoy
Suerte que aun no llego esta moda a Asuncion!!!
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